miércoles, 18 de octubre de 2017

Construye tu puesto de trabajo ideal

Bienest1
Existe una correlación directa entre la satisfacción de los empleados con su entorno de trabajo y su grado de motivación y compromiso con la empresa. Esta es una de las principales conclusión de un estudio realizado por Ipsos para Steelcase. “Dotarle de las soluciones necesarias para que obtenga lo mejor de las personas que trabajan en él se ha convertido en un elemento esencial para la competitividad”, asegura Alejandro Pociña, presidente de Steelcase para España y Portugal. No se trata de apostar aleatoriamente por un estilo juvenil, clásico o desenfadado porque nos gusta, sino de definir cuáles son las intenciones: si se van a recibir clientes, si serán necesarios espacios de ‘coworking’… “Las oficinas están al servicio de la empresa, del valor que se quiere ofrecer. Una cosa es lo que te gusta y otra tu propósito empresarial. Debes servir más a esto último”, apunta Alberto Blanco, director de Grupo Actual.

Por eso, y de puertas adentro, hacia los empleados, hay que buscar la productividad (como se ha hecho siempre) pero también la colaboración (importante en determinadas compañías y culturas). “Hace dos años hicimos una renovación de ciertas áreas para favorecer el trabajo colaborativo, la transversalidad y los espacios operativos”, indica Gonzalo de la Rosa, director de Recursos Humanos de Cetelem. ¿Resultado? Salas y espacios muy funcionales, que sirven tanto para llevar a cabo un ‘worshop’ como una reunión de dirección. En cuanto a los colores, elegantes y con imagen corporativa (en su caso, el verde) junto a tonos grises y blancos. “El color ejerce un efecto sobre el ser humano y sus sensaciones por lo que debe ser utilizado de forma inteligente. En espacios pequeños, puede agrandar; en ambientes estresantes, puede relajar; y en ambientes aburridos, puede estimular”, matiza Alejandro Pociña. También hay que tener en cuenta que la percepción de dichos colores puede oscilar en función del tipo de iluminación: incandescente, fluorescente o natural. “La iluminación adecuada es la que permite al usuario trabajar con el mínimo esfuerzo ocular, produciéndole un mayor bienestar tanto físico como psicológico”, manifiesta el presidente de Steelcase.

La tendencia actual es más a espacios abiertos, sin puestos fijos. Pero pueden surgir tensiones. Por ejemplo, el hecho de ser visibles para algunos directivos puede suponer algo así como una pérdida de estatús. También puede ocurrir que determinados empleados crean que esa visibilidad es sinónimo de disponibilidad total, lo que puede irritar a algunos directores. “La excesiva preocupación por fomentar los espacios abiertos y colaborativos ha provocado en alguno casos una falta de privacidad. Y la misma se manifiesta en una ausencia de sitios para realizar tareas que requieren concentración, abstracción, desconexión o, simplemente, mantenerte alejado de miradas indiscretas para entablar una conversación privada o confidencial”, manifiesta Alejandro Pociña.

Además, los espacios abiertos consumen más espacio que la distribución por despachos. “Es un tema de costes que hay que valorar. Las salas de reuniones son necesarias y tienen que ser accesibles”, señala el director de Grupo Actual. Cierto que la rotación de los puestos de trabajo permite una relación con las personas de una misma área, o incluso de otras. Pero también es verdad que puedes dar con personas con las que resulta más incómodo trabajar. Un dato: según una encuesta realizada por Steelcase entre 10.000 trabajadores de 14 países, el 85% reconoce que no puede concentrarse en espacios diáfanos y un 31% asegura que tiene que abandonar la oficina para acabar su trabajo.


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