martes, 27 de enero de 2015

La Autenticidad como Marca Personal

En uno de los muchos Eventos y presentaciones a los que suelo ocurrir salió la palabra: Autenticidad. En cuanto la escuche mi atención fue completa. En el turno de preguntas no pude resistir la tentación y ahonde en el tema: “¿La autenticidad tiene que ser necesariamente positiva?”, hice una pequeña pausa para continuar “Porque conozco a personas que son unos auténticos hijos de su madre” (Risas en el auditorio).

Es por ello que debemos desglosar que es la autenticidad y de que nos sirve ser auténticos. Lo primero es admitir que en muchas ocasiones a lo largo de nuestro día, estamos interpretando un personaje, alguien que no somos nosotros, que no representa nuestra esencia. Alguien que quiera dar una imagen de algo, o bien agradar, o bien conseguir alguna cosa del otro, o simplemente tapar a nuestro verdadero Ser porque creemos que es lo que toca, lo correcto. En ocasiones el personaje tiene tan enterrado a nuestro YO que casi no nos acordamos que existe.

Mi buen amigo Andres Ortega (@Ander73 ) definió la autenticidad en varios significados. Ser autentico es:
Ser honesto con uno mismo
No cambiar tus valores
Ser coherente con tu discurso
Actuar siempre de la misma manera ante circunstancias similares

No encuentro en nada de esto lo que inclina a la balanza hacia el lado positivo o negativo. Un asesino pude ser honesto consigo mismo, tener unos valores, ser coherente y actuar siempre de la misma manera, que es matando. La autenticidad nos define como seres humanos, arranca de nuestro interior y es lo que llevamos dentro desde hace mucho tiempo. Esto no tiene una valoración de “bueno” o “malo”, simplemente ES LO QUE SOY.

El termino más cercano a la autenticidad seria la Verdad, ya que alguien autentico está en consonancia con la Verdad de lo que es en esencia.

Volviendo a mi historia inicial, hay otra confusión de autenticidad con sinceridad. Como he defendido en multitud de ocasiones suelo huir de los “Sincericidas”, que son esas personas que se “consideran auténticas” porque manifiestan a todo el mundo su “verdad subjetiva” sobre lo que piensan, planteándose en ocasiones escenarios de Crueldad. No soy autentico por llamar a alguien gordo o imbécil, ya que es mi opinión y mi forma subjetiva de ver las cosas. En este caso soy un auténtico Hijo de puta, sin lugar a dudas.

¿Cómo impacta la autenticidad en el mundo de los negocios y en el laboral?.

Muchos grandes Emprendedores tienen marca de autenticidad. Sin ir más lejos Steve Jobs era autentico, porque era fiel con su pensamiento, a pesar de ser odiado por los demás, vilipendiado públicamente, despedido y maltratado, y también dio ese trato a los que no pensaban como él. Su autenticidad nacía de su Pasión Era coherente, honesto con sus ideales, actuaba siempre de una manera similar y nunca dejo sus principios básicos, a nivel empresarial me refiero, ya que como ser humano si cambio de opinión con respecto a su paternidad.

En el mundo laboral me encuentro todos los días personas que quieren “adaptarse” a puestos de trabajo abandonando su autenticidad. Muchos de los candidatos que observo suelen utilizar una “estrategia” de adaptación y mimetización a lo que creen que está buscando una organización, con un lema claro: “Yo soy al que buscas”. Un experto en captación del talento enseguida se da cuenta de lo que está pasando con la persona que “interpreta un personaje”, y con un buen análisis pronto encuentras incoherencias. La mayor lacra con la que nos enfrentamos los profesionales de Gestión de personas y atracción del talento, es la de tener que investigar si la persona está interpretando, mintiendo, exagerando o adaptándose a lo que creen que buscamos y deseamos.

Si una persona se incorpora a una organización sin ser autentica la relación laboral está destinada al fracaso. Tarde o temprano saldrá el auténtico Ser Humano que estuvo oculto, y es ahí donde se verán los verdaderos desencuentros entre quien SOY y a quien ESPERABAN.

En la mayoría de los procesos de incorporación de talento en mi compañía en los que yo participo, suelo mandar este mensaje a las personas que llegan al último tramo antes de la incorporación:

Enhorabuena por llegar hasta aquí. Hemos visto algo en ti que creemos que aporta valor, y entiendo que te ha pasado lo mismo con nosotros.
- Estas compitiendo con otras personas, por lo que no te puedes sentir mal si elegimos a otra persona que no eres tú, ya que es una decisión sobre lo que consideramos que puede aportar cada persona.
- Si finalmente decidimos que tú eres la persona adecuada para nuestra organización espero que podamos tener una última revisión sobre lo que esperamos de ti y tú de nosotros. Pongamos encima de la mesa nuestras expectativas antes de empezar el camino
- Si finalmente no eres la persona elegida, estoy convencido de que hay un puesto y una empresa adecuada para ti. Está ahí y solo tienes que encontrarla.

La autenticidad nos fortalece como marca personal y nos genera una identidad con la que estamos cómodos y podemos dar lo mejor de nosotros mismos.

SOMOS, no hacemos que somos algo diferente. Se trata de tener respeto por nosotros mismos, para así poder llegar hacia donde queremos desde el Ser y no desde el Hacer.

Y tú ¿eres autentico?


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