miércoles, 22 de octubre de 2014

Una de cada dos empresas españolas reconoce tener hasta un 10% de trabajadores presentistas

Por el contrario, estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto del empleo no es común en el 22% de las empresas encuestadas. En el 28% restante no se puede saber al no existir control alguno sobre el presentismo.

Las prácticas habituales del trabajador presentista pasan por incorporarse con retraso y/o finalizar la jornada antes de tiempo, el uso de Internet para temas personales, ausencias por tabaquismo y empleo extra de tiempo en descansos/almuerzos.
Uno de los fenómenos que más interés despierta en materia laboral ha sido siempre el del absentismo o la ausencia –justificada o no- del puesto de trabajo. Sin embargo, en los últimos años se ha detectado una práctica que apunta en la dirección aparentemente contraria: el presentismo (o lo que es lo mismo, el uso del puesto de trabajo para asuntos que no están relacionados con él). Conocer en qué consiste este fenómeno y si realmente es un hábito extendido entre los trabajadores españoles es una manera de abordar cómo perciben los empleados y las empresas la flexibilidad laboral y el compromiso con la organización, entre otros factores.

Es por ello que Adecco, líder internacional en la gestión de Recursos Humanos, ha puesto en marcha la I Encuesta sobre Presentismo Laboral en España – recogida en el III Informe Adecco sobre Absentismo, elaborado en colaboración con el IESE, GARRIGUES, AENOR, FREMAP y la Universidad Carlos III de Madrid- realizada entre más de 1.000 empresas de nuestro país.

En el presente análisis se estudia entonces si cuando los trabajadores están en su puesto de trabajo, dedican su tiempo a las funciones que les competen o, si por el contrario, existe alguna distracción de la jornada laboral para asuntos personales o se realizan paradas recurrentes que afecten al máximo aprovechamiento productivo de ese tiempo.

Adecco también ha querido conocer dentro de este estudio si los trabajadores recuperan, de alguna forma, el tiempo no aprovechado por este tipo de “ausencias”.

En palabras de Javier Blasco, director jurídico de Adecco y coordinador de la encuesta: “es muy interesante comprobar cómo muchas de las variables que están detrás del absentismo se repiten también en el presentismo: el carácter cíclico vinculado a la marcha de la economía, la concentración del fenómeno en determinados colectivos de trabajadores, la influencia de los estilos de gestión de RRHH, la importancia de las políticas empresariales o de los mecanismos pactados para su gestión en la negociación colectiva”.

Las prácticas presentistas más comunes

Entendemos por presentismo el estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto del empleo.

De las 1.015 empresas que han respondido a la Encuesta Adecco sobre Presentismo, se ha observado que una de cada dos indica que sí existe alguna práctica de presentismo entre sus empleados. Por el contrario, en el 22% de las empresas encuestadas no se aprecian dichas prácticas y en el 28% restante no se puede saber al no existir control alguno sobre el fenómeno.

Dentro de ese porcentaje de empresas que sí detectan presentismo entre sus empleados, éste es realizado en la mayoría de los casos tan sólo por pocos o algunos empleados. Y las prácticas habituales pasan por incorporarse con retraso y/o finalizar la jornada antes de tiempo, el uso de Internet para temas personales, ausencias por tabaquismo, empleo extra de tiempo en descansos/almuerzos y otras ausencias breves y repetitivas por distintos motivos a los anteriormente expuestos.

Si analizamos la evolución temporal del presentismo desde que comenzara la crisis (tomamos como referencia el año 2008 como inicio de la recesión), se aprecian cambios muy leves que se pueden agrupar en dos fases diferentes. El primer embate de la crisis provocó que se registrara una reducción del presentismo entre 2008 y 2011.

Sin embargo, en 2012 y 2013 se aprecia un leve aumento de las empresas que identifican estas prácticas en “la mayoría de empleados” y en “todos los empleados”, a pesar de haber sido estos dos últimos años en los que se ha producido una mayor destrucción de empleo desde 2009.

Los datos analizados de presentismo y su evolución temporal durante lo que llevamos de crisis podrían ser reflejo de una polarización de las condiciones laborales que marcarían los dos perfiles de trabajadores que encontramos actualmente en la mayor parte de las empresas: Por un lado, empleados que después de que su empresa haya realizado numerosos despidos, se sienten más seguros en su puesto de trabajo y predispuestos a estas prácticas. También podrían estar incentivados al presentismo por una reducción coyuntural de la carga de trabajo que les dejaría tiempo disponible durante la jornada laboral.

Por otro lado, empleados que sienten la amenaza de perder su empleo y reducen el presentismo, así como otros que han sido contratados bajo modalidades de contratos temporales o tiempo parcial.

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