sábado, 30 de octubre de 2010

El cambio horario debe ir acompañado de nuevas mentalidades en las empresas

La ARHOE propone nuevas pautas en las empresas para aprovechar mejor el inminente cambio horario

Con motivo del inminente retraso de los relojes, en la noche del sábado al domingo, para adecuarnos al horario invernal, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España advierte de que los efectos de esta medida no surtirán el efecto que se persigue a menos que se acompañen de verdaderas medidas de racionalización horaria.

Política de luces apagadas, adecuar las horas de sueño o buscar la eficiencia en el trabajo son algunas de las medidas que se proponen con el fin de conseguir unos efectos favorables tanto en el trabajo, como en lo personal.

Según Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional y de ARHOE: “No nos oponemos al cambio de hora, pero pensamos que se trata de una medida ineficaz si no va acompañado de cambios en nuestros hábitos horarios. La teoría del cambio de horario se sustenta en que con el retraso de los relojes se produciría un mejor aprovechamiento de las horas de luz, pero en la práctica ese ahorro energético no es significativo, puesto que las jornadas de trabajo siguen siendo interminables y se sale de trabajar a horas intempestivas”.

Por este motivo desde la Comisión Nacional aseguran que si se siguen estas medidas se podrán conseguir los siguientes efectos:

Luces apagadas para ahorrar energía: Retrasar una hora nuestros relojes en invierno produce un 5% de ahorro energético aproximadamente. Si este cambio de horario fuera acompañado de un horario laboral racional con una política de luces y calefacciones apagadas a partir de las 17,00 horas, máximo 18,00 horas, el ahorro energético sería mucho mayor.

Adecuar las horas de sueño para aprovechar las horas de luz: Las jornadas laborales deberían ir acordes al cambio horario. Las jornadas interminables afectan, aún más en invierno, a los trabajadores. Con este nuevo horario amanece antes, pero en la práctica estas horas de luz no se aprovechan pues seguimos despertándonos a la misma hora y acostándonos muy tarde.

Planificar para rendir mejor: La luz influye directamente en el nivel de productividad de los trabajadores, por este motivo planificarse y centrar las labores importantes para realizarlas en las primeras horas de la mañana ayudaría a que nuestro nivel de productividad aumente.

Salir a la hora para evitar la siniestralidad: En los meses de invierno la siniestralidad aumenta. Si a esto le sumamos el cansancio o desidia anímica el número aumenta considerablemente.

Emplear tiempo en el ocio para evitar trastornos anímicos: Está comprobado que en invierno muchas personas sufren el síndrome otoñal debido a la ausencia de horas lumínicas. Si centramos todas nuestras fuerzas para realizar las labores durante el día y dedicar las horas de menor luminosidad para reunirnos con la familia y amigos incidiremos directamente en nuestro estado anímico.


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