lunes, 4 de octubre de 2010

Así debería ser el directivo perfecto

La actual situación financiera ha hecho que se reduzcan las oportunidades de trabajo y, por tanto, que la competencia sea mucho mayor que hace unos años. Aquí van unas pautas comunes que siguen todas las empresas para seleccionar a las personas que ocuparán altos cargos o puestos de dirección.

La base común a todos los candidatos debe ser una sólida formación, tanto académica como de postgrado, así como cursos que complementen los conocimientos sobre la materia que vayan a desarrollar en la empresa. Sin embargo, lo más destacado de estos candidatos deben ser sus habilidades personales o competencias, sin las cuales sería difícil desarrollar satisfactoriamente un puesto directivo.

Para Alfredo Santos, 'Director Recruitment Solutions' de la consultora Hudson, especializada en la gestión de talento y la búsqueda y selección de ejecutivos y directivos, estas competencias son:

- Apertura mental: El directivo de hoy debe conocer las necesidades actuales y saber adaptarse a los cambios. Además aceptará la multiculturalidad, y enriquecerá su organización con ella.
- Carácter internacional: Las empresas saben que sus negocios no están limitados a un ámbito cerrado y su mercado es el mundo. Por eso un directivo debe estar preparado. Las experiencias internacionales y el conocimiento de idiomas son clave para desarrollar satisfactoriamente esta competencia.
- Marcada orientación hacia el cliente: El objetivo de todo directivo debe estar orientado a la satisfacción del cliente, con el producto o servicio que espera de la empresa. Este debe ser el punto de referencia de cualquier decisión. Y tanto al cliente interno como externo.
- Liderar equipos: El candidato perfecto es aquel que sabe crear, formar y desarrollar un equipo ilusionado por un proyecto común.
- Pasión: Para que el candidato dirija un proyecto debe involucrarse de manera apasionada, creer en los esfuerzos de la empresa y volcar ilusión en el trabajo.
- Humildad: Para estar dispuesto a escuchar y a aprender cada día de su entorno.
- Ambición: Para querer llevar su organización a las más altas cotas.


Para Hudson, estas características también han cambiado con el tiempo. De cinco a diez años atrás, la competencia era más local. Sin embargo, ahora han entrado nuevos jugadores en el mercado; países emergentes, como China, Brasil, India o Corea, no sólo han reducido los costes, sino que además ya tienen capacidad para innovar y el entorno se ha vuelto más agresivo. Los directivos, por tanto, deben estar preparados para trabajar en estos ámbitos, competir globalmente , deben abrir la mente y estar preparados para trabajar y pensar a nivel global.
En los años previos a la burbuja tecnológica vivida entre 2001 y 2003, las carreras eran rápidas, se ascendía con experiencias limitadas. Sin embargo, hoy existen ciertos ámbitos laborales, como el jurídico, las finanzas o los recursos humanos, en los que se está apostando por la madurez del profesional. Ahora se valora la experiencia en situación de crisis (y del cambio).
Además si aceptamos que nuestro mercado es global, necesariamente aceptaremos que el nuevo directivo puede provenir de cualquier lugar del mundo. Si mi mercado estratégico es Asia, por ejemplo, debemos estar preparados para ir a buscar ese talento allí.
Para Alfredo Santos, "un buen gestor de crisis tiene una mejor visión de los nuevos mercados" y sabrá adaptarse mejor a las exigencias del panorama actual.