La base común a todos los candidatos debe ser una sólida formación, tanto académica como de postgrado, así como cursos que complementen los conocimientos sobre la materia que vayan a desarrollar en la empresa. Sin embargo, lo más destacado de estos candidatos deben ser sus habilidades personales o competencias, sin las cuales sería difícil desarrollar satisfactoriamente un puesto directivo.
Para Alfredo Santos, 'Director Recruitment Solutions' de la consultora Hudson, especializada en la gestión de talento y la búsqueda y selección de ejecutivos y directivos, estas competencias son:
- Apertura mental: El directivo de hoy debe conocer las necesidades actuales y saber adaptarse a los cambios. Además aceptará la multiculturalidad, y enriquecerá su organización con ella.
- Carácter internacional: Las empresas saben que sus negocios no están limitados a un ámbito cerrado y su mercado es el mundo. Por eso un directivo debe estar preparado. Las experiencias internacionales y el conocimiento de idiomas son clave para desarrollar satisfactoriamente esta competencia.
- Marcada orientación hacia el cliente: El objetivo de todo directivo debe estar orientado a la satisfacción del cliente, con el producto o servicio que espera de la empresa. Este debe ser el punto de referencia de cualquier decisión. Y tanto al cliente interno como externo.
- Liderar equipos: El candidato perfecto es aquel que sabe crear, formar y desarrollar un equipo ilusionado por un proyecto común.
- Pasión: Para que el candidato dirija un proyecto debe involucrarse de manera apasionada, creer en los esfuerzos de la empresa y volcar ilusión en el trabajo.
- Humildad: Para estar dispuesto a escuchar y a aprender cada día de su entorno.
- Ambición: Para querer llevar su organización a las más altas cotas.
Para Hudson, estas características también han cambiado con el tiempo. De cinco a diez años atrás, la competencia era más local. Sin embargo, ahora han entrado nuevos jugadores en el mercado; países emergentes, como China, Brasil, India o Corea, no sólo han reducido los costes, sino que además ya tienen capacidad para innovar y el entorno se ha vuelto más agresivo. Los directivos, por tanto, deben estar preparados para trabajar en estos ámbitos, competir globalmente , deben abrir la mente y estar preparados para trabajar y pensar a nivel global.