jueves, 3 de septiembre de 2009

Idiomas: en Rumanía nos dan mil vueltas

La Vanguardia

Al llegar a Timisoara, me sorprendió el buen nivel de idiomas de muchos de sus habitantes. Yo no hablaba rumano, pero eso no era un problema en el día a día. El inglés y el italiano suplieron, para mi sorpresa, mi deficiencia inicial. Y digo para mi sorpresa porque fui con la idea de que sería el francés mi vehículo de comunicación ya que Rumanía es, desde 1993, miembro de la OIF, la Organización Internacional de la Francofonía.

Quizá eso sea una realidad en Bucarest, pero aquí, en el Banat, el francés queda un poco más lejos. En cambio, los negocios potenciaron el crecimiento del inglés y el italiano, propiciados por una invasión de italianos y la necesidad del inglés para hablar con nativos de cualquier otro país.

Casi cualquier persona con quien trataba hablaba, mejor o peor, uno de estos idiomas o los dos. Cuando busqué empleados entre recién licenciados universitarios no había uno que no hablase buen inglés. Pero no sólo los jóvenes. Abogados, notarios, dependientes de comercio, agentes inmobiliarios, camareros de restaurante, técnicos de cualquier tipo, funcionarios, etc. Raros eran los que no podían mantener una conversación más que correcta.

La presencia del castellano es bastante más limitada. Se da, como es de suponer, entre los rumanos que han vuelto al país tras haber emigrado a España, y curiosamente la comprensión es alta entre las mujeres. Todas aducen la misma razón: las telenovelas. Su presencia en la televisión rumana es constante y sus historias congregan a muchas seguidoras.

Todas las emisiones televisivas y las películas de cine se emiten o proyectan en versión original con subtítulos. Sean del idioma que sean. Así pues, los televidentes oyen inglés, italiano, francés, español o el idioma original cada día. Al cabo de los años quizá no lo sepan hablar a la perfección, pero lo entienden y sin duda manejan.

Lo mismo sucede en Holanda, y tengo entendido que en los países escandinavos, países todos ellos con poblaciones políglotas. No así en Francia e Italia, países donde viví varios años y en los que el nivel de conocimiento de otros idiomas es muy bajo.

¿Hay que suprimir en España la traducción de las emisiones audiovisuales al castellano u otros idiomas oficiales? La práctica demuestra que potencia el conocimiento de lenguas.

Permitir la presencia del inglés y restantes idiomas en nuestro día a día, sacándolos de las aulas y dándoles vida, haría bastante para su normalización y conocimiento. Si realmente creemos que aprender inglés es importante, ¿por qué no se hace?

PERFIL DE JOSEP MIQUEL VIÑALS
Profesión:
Licenciado y MBA por ESADE. Tengo mi propia empresa de consulting especializada en dar servicio a empresas españolas que quieran aprovechar el desarrollo de este país.
Escribo desde:
Timisoara, Rumanía
Vivo aquí desde:
Septiembre del 2007
Lo que más me gusta del país es:
Las enormes posibilidades que tiene para el futuro
Y lo que menos:
La poca fe que muchos rumanos tienen en si mismos

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